En lo profundo al sur del Cauca, un pequeño colibrí endémico resiste entre el fuego cruzado del conflicto armado y las amenazas ambientales. El zamarrito del Pinche (Eriocnemis isabellae), símbolo de vida en un territorio herido, lucha por no extinguirse mientras comunidades y organizaciones se han unido por décadas para protegerlo.
En Colombia, hay regiones cuyos nombres resuenan en el imaginario colectivo no precisamente por su extraordinaria riqueza natural —como debería ser—, sino, lamentablemente, por la violencia del conflicto armado que ha marcado su historia.
Uno de estos territorios es el municipio de Argelia, en el departamento del Cauca, donde surgió, una vez más, la alarma entre conservacionistas y organizaciones de la sociedad civil: la amenaza que este escenario representa para la supervivencia del zamarrito del Pinche (Eriocnemis isabellae), un colibrí que en el mundo solamente habita en la Serranía El Pinche y está catalogado como En Peligro Crítico (CR) de extinción.
En este mismo territorio herido, donde la comunidad resiste cada día con la fuerza del corazón, también lo hace el pequeño colibrí de plumaje verde oscuro, muy oscuro, con ‘pantalones’ blancos bajo sus alas, y barbas azul zafiro y verde esmeralda, moviendo sus alas esquivando los vientos hostiles del conflicto, buscando no morir, buscando no extinguirse.
En su lucha por sobrevivir, no está solo. Comunidades comprometidas con la conservación como las juntas de acción comunal, la Asociación Agroambiental Santa Clara Serranía El Pinche y la Fundación Ecohabitats, llevan años trabajando para proteger su hábitat y asegurar su permanencia…